ESPACIO KAAB

  • Ubicación

    México / Comala, Colima.

  • Año

    2021

  • Diseño

    Di Frenna Arquitectos

  • Equipo de trabajo

    Arq. Matia Di Frenna Müller, Arq. Mariana de la Mora Padilla, Ing. Juan Gerardo Guardado Ávila.

  • Área

    401 m²

  • Fotografía

    Lorena Darquea

Alejandro Rangel Hidalgo, marcó la pauta en el arte y artesanías de Colima. El artista residió durante muchos años en la hacienda de Nogueras, anteriormente utilizada para la producción azucarera y patrimonio adquirido por su familia en los años 40 ‘s. El proyecto Espacio Kaabrinde honor a este recinto y el impacto del oficio del artesano mismo. El entendimiento va desde orientar vistas hacia el inmueble como un gesto poético del orgullo colimote hasta rescatar técnicas y materialidad antiguamente utilizados en este complejo.

El entorno en el terreno se regodea al volverse un momento mágico, una pausa que se enriquece con vegetación seca, árida, cactuses, piedras y tierra que hacen sentir en una burbuja que abraza y contrasta con el resto de la colorida paleta floral del sitio. Recorrer la zona implica introducirse en un ecosistema único. Árboles de primavera, parotas, tamarindos, y una magnífica vista hacía el río La Barragana acompañan a sentir el clima subhúmedo característico mientras se explora la hacienda de Nogueras con su originales y distintivas, capilla y chacuaco.

Modular y desprender el programa arquitectónico es la solución espacial que el propio terreno pedía. Respetar la topografía, adaptarse y acoplarse es la manera en que el contexto recibe, envuelve la residencia, y de forma ingenua determina el corazón del proyecto; un gigantesco cactus órgano rodeado de árboles de tamarindo, herencia del mismo lote. A cambio este último regala al usuario: patios, jardines contenidos y vistas singulares hacia el río y la cañada que con la variedad de alturas propuestas suscitan diferentes sensaciones según se recorra la casa.

El concepto principal fue generar espacios en donde el límite entre el exterior y el interior se difumina, donde las gamas y colores del contexto se integran a los matices del edificio, donde los habitantes pueden recorrer descalzos la selección premeditada de un mismo piso natural de piedra sin distinguir estar adentro o afuera y deleitarse con la fenomenología que la materialidad despierta en sus cinco sentidos.